La finalidad del terrorismo creativo ha quedado clara que nunca ha de ser destructiva, ni generar odio, que se ha de usar siempre como herramienta principal la imaginación y la verdad ha de iluminar toda acción. No obstante, es cierto que, a priori, cuando se diseña una acción se corre el riesgo de que pase de la zona creativa a la destructiva, sin intención claro... ¿Qué ocurre si el experimento sale mal y se daña a personas o bienes con la acción del terrorista creativo? A esta pregunta vamos a intentar responder en este apartado. ¿Es lo mismo pintar el cuadro de una iglesia en el quinto pino, un cuadro que nadie se paraba a mirar, convirtiéndolo en una obra de arte que da la vuelta al mundo que pintar con un garabato a un Picasso o un Dali? La respuesta es no evidentemente. Hay que tener cuidado, mucho cuidado, a la hora de accionar la realidad pues la línea que separa el terrorismo creativo del destructivo es muy fina en ocasiones, corriéndose el riesgo de pasar al lado oscuro de la fuerza sin darnos si quiera cuenta. Aquí van una cuantas recomendaciones que espero aclaren este difícil dilema:

 

- El terrorista creativo jamás puede accionar la realidad sin dominar las variables de las que depende el experimento, es decir, tiene que vigilar en todo momento que la acción sobre la realidad sea la que él diseña, que el experimento no se descontrole o toma vida propia pues puede ocurrir que esa vida propia que tome el experimento acaba llevándole a él a la cárcel. Por tanto diseñar, ejecutar y vigilar en todo momento el experimento.

 

- Si un experimento esta bien diseñado pero no es el momento oportuno para realizarlo, se ha de abortar su ejecución y buscar el momento más propicio, pues el experimento puede fracasar (es decir, pasar a la categoría destructiva) no solamente por un mal diseño sino también por un mal momento. Escoger el momento adecuado.

 

Tiene que tener claro que a veces variables desconocidas entran en juego en el experimento, por tanto ha de ser capaz de usar estas variables desconocidas para favorecer la acción creativa y teniendo especial cuidado de que esas variables desconocidas no acaben llevando el experimento por el mal camino, pues él será el único responsable y se juega su libertad. Por tanto, controlar las variables desconocidas y ponerlas a favor de su experimento.

 

- Una vez el experimento está en marcha de manera irreversible, lo cual es bastante rápido, tiene que tener el equilibrio y el temperamento necesario para entrar en el centro del huracán que puede generar su acción. Esto, que en principio parece sencillo, es muy complicado, puesto que las energías liberadas por el experimentador pueden ser gigantescas en comparación con su acción. Por tanto, gestionar bien la ola expansiva que se produce. A muchos, ese tsunami les puede hacer caer. 

 

Siguiendo estas recomendaciones el experimento es más seguro, pero nunca esta de mas confiarse a la suerte y buena fortuna, lo cual se logra mejor si los sentimientos que te animan son positivos y puros. Esta claro que nunca un experimento tiene una probabilidad = 1 de salir bien, pero también esta claro que el riesgo es parte del encanto de este "oficio", cada cual sabrá si merece la pena una acción o si se corre un riesgo inasumible. Por supuesto, si el experimento sale mal hay que dar la cara y pagar las consecuencias, por lo que solamente se recomienda hacer uso de esta herramienta a personas bien intencionadas y bastante preparadas.