La segunda guerra mundial supuso un fuerte impulso a la máquina, la máquina se multiplico por 5 en Estados Unidos y en Rusia, además vino la reconstrucción del mundo europeo que supuso también un desarrollo considerable de la máquina. Así pues se llega a la conclusión de que Hitler fue un catalizador de la máquina pues aceleró todo el proceso tecnológico e industrial del mundo. Lo curioso del asunto es que los principios de su movimiento eran un retorno a la naturaleza, pero cometió el error de usar la máquina contra la máquina, ¿quien iba a ganar? La máquina !! y lo que representa, una transformación vírica de la naturaleza, una explotación de la misma para obtener los ingredientes de su funcionamiento. Esto me recuerda a la obra el señor de los anillos, Mordor, la máquina, tala los árboles del mundo para obtener el fuego necesario para las armas del ejército oscuro, cuando se plantea la cuestión de usar el anillo contra el mal se llega a la conclusión de que si usas el mal contra el mal, inevitablemente gana el mal, pues solo obedece a un señor que es Sauron. Así pues, la mayor crítica que se puede hacer al personaje histórico es haberle dado más poder a la máquina y a sus ingenieros, los judíos, pues Sauron no es más que una manifestación del dios yavhé, el dios máquina, el dios que consume el mundo natural en los fuegos de la industria para obtener los ingredientes necesarios para el desarrollo de la máquina. 

 

Si Hitler fue un catalizador, Gandhi fue un inhibidor, pues así como Hitler uso la máquina, Gandhi permaneció usando únicamente armas espirituales, luchas basadas en el espíritu y la verdad, su doctrina es una vuelta a lo natural, a lo artesanal, a lo que no requiere de la máquina para funcionar, es decir, Gandhi propuso un retorno a lo elemental y mas valioso del ser humano. 

 

Para concluir decir que el sistema teme más a Gandhi que a Hitler, pues al primero es más difícil de combatir, además el primero relentiza el desarrollo destructivo del planeta y de la naturaleza, dando más tiempo a la humanidad, el segundo en cambio acelera dicho proceso de destrucción del orden natural y en el fondo a quien beneficia es a al propio virus. EL VIRUS ES LA MÁQUINA Y LA MÁQUINA ES EL VIRUS. Cuanto más crece la civilización de la máquina, mas decrece la vitalidad del planeta, el resultado final es inevitablemente, a largo plazo, dejar atrás un planeta inservible y tener que buscar otros para el organismo humano, es si los dioses nos lo permiten pues puede ocurrir una "torre de Babel". Nosotros, los hijos de la máquina, somos esclavos de la misma, cada día se nos vigila más y mejor, cada día dependemos cual bebes, más de la misma. 

 

Yo desde aquí promuevo no parar la máquina pues el desastre sería total, pero si probar los frenos, ralentizar su marcha, ponerla al relentí, para de esta forma dar tiempo a la humanidad a adquirir las tecnologías que nos puedan llevar a los cielos, unir a la humanidad y plantarle cara a los dioses extraterrestres, tomar el cielo por asalto a ser necesario.., y quizás en esto me este adelantando siglos.

 

 

Así la decisión es esta, que preferís la máquina y lo que representa o la naturaleza y lo que representa. Porque a día de hoy, los que gobiernan el mundo lo tienen claro, y pensar que las cosas van a cambiar es una estupidez, pues la máquina no va  a parar como decía el Jefe indio, hasta que todos los animales hayan desaparecido, todos los bosques, la atmósfera sea apestosa en todo el planeta, las aguas contaminadas...,